sábado, 25 de mayo de 2024

TODAS LAS VECES QUE HICIMOS EL AMOR CAPITULO 1

 

CAPITULO 1 ¿QUE HACES TU AQUÍ?

Por fin habían llegado las tan ansiadas vacaciones, y por primera vez en mucho tiempo,  habíamos conseguido cuadrar 15 días de vacaciones en nuestros respectivos trabajos, para poder ir los cuatro a algún lugar, lo único malo es que eran en el mes de julio, pero quizás por eso habíamos encontrado un hotel a buen precio en la costa brava en el que podríamos pasar los 15 días. Los niños estaban entusiasmados, y Julián y yo felices porque ellos también lo estaban.


Era sábado por la mañana cuando llegamos, habíamos salido de Barcelona a las 10 y habíamos tardado casi dos horas en un trayecto de una hora. Tanto Julián como yo estábamos hartos de coche, y los niños hartos de estar encerrados en el coche, así que cuando bajamos, ambos se pusieron a correr por la acera. 

— Elisa, Alex, estaos quietos — empecé a gritarles. 

Julián estaba sacando las maletas del coche. 

— ¡Déjalos mujer, que se desfoguen un poco!

Suspiré fastidiada, claro como no era él quien tenía que controlarlos… 

Conseguimos sacar todo lo que llevábamos y nos dirigimos a la recepción del hotel para hacer el check-in. 

En la recepción, mientras esperábamos, ya que había más gente haciendo el check-in, traté de distraer a los niños de alguna manera. 

— ¿Qué os parece si jugamos a los colores? 

— Mami, yo quiero ir al parque — dijo Elisa. 

— Ahora no podemos, cariño, primero tenemos que hacer el Check-in, luego dejamos las maletas en la habitación y después si nos da tiempo iremos al parque. 

— ¿Y si no nos da tiempo? — preguntó la niña. 

Elisa tenía 5 años y estaba en esa edad en que todo se convierte en una pregunta tras otra. Su hermano, Alex, acababa de cumplir los 3 y era más callado que su hermana, aunque a veces era más movido que ella. 

— Pues nos iremos a comer — le respondí. 

— ¿Y qué comeremos? 

— No lo sé, lo que haya.

— Mami, yo quero panchitos — dijo el pequeño. 

— Alex, no podemos comer panchitos a todas horas — le recriminé. 

— Pos no comeré. 

A veces tenía fantasías psicópatas, imágenes de mí misma matando a mis hijos, sobre todo cuando se ponían en ese plan. 

— Vamos, ya tenemos la habitación — dijo mi marido acercándose a nosotros. 

Cogimos las maletas y todos los trastos, y nos dirigimos hacia el ascensor. Y tras entrar en el ascensor, pasó un chico, que tendría más o menos mi edad (unos treinta y tantos) que se parecía, pero que mucho a un novio que yo había tenido a los 16, aunque al minuto me dije a mí misma que no podía ser, ¿qué iba a hacer allí, Héctor? 

Como digo, Héctor y yo fuimos novios por unos dos años, desde los 16 hasta los 18 cuando ambos terminamos el bachillerato y él decidió irse a  Madrid para estudiar. Me dejó justo antes de empezar las vacaciones, pues según él, mantener una relación a distancia no tenía futuro. Me dolió que me dejara porque estaba loca por él, y porque desde que habíamos empezado le había visto como mi futuro marido y padre de mis hijos. Pero al final nada de eso sucedió. Su marcha hizo que nos distanciáramos, yo seguí con mi vida en Barcelona; y en mi segundo año de carrera conocí a Julián. Primero fuimos amigos, después como nos gustábamos nos hicimos novios, y después de terminar la carrera, encontrar trabajo, ahorrar un poco y comprar un piso, decidimos casarnos. Llevábamos ya casi 10 años de matrimonio y aunque el amor perduraba, la monotonía se había instalado en nuestras vidas. Precisamente el único momento del año en que esa monotonía se rompia

 un poco era durante las vacaciones.

Julián no era especialmente atractivo, era un hombre normal, aunque a mi me parecía el más guapo del mundo.Tenía el pelo castaño claro, los ojos marrones y una sonrisa que encandilaba a cualquiera, abierta y franca. Era lo que más me gustaba de él, su sonrisa.

Llegamos a la habitación, y dejamos las maletas sobre las camas. Revisé que todo estuviera bien, y me metí en el baño, deseando que no me siguiera ninguno de los dos peques; pues desde que Elisa había aprendido a caminar, contadas eran las veces que podía ir al baño sin que ninguno de los dos apareciera por allí mientras hacía mis necesidades. 


—  Mami, ¿qué vamos a comer? — preguntó Eli siguiéndome. 

Mi gozo en un pozo. 

— ¡Juliiiii! — le grité a mi marido para ver si era tan amable de controlar a los niños y que no dejara que ninguno de los dos se acercara al baño. 

Cerré la puerta justo en el momento en que le oí decir: 

— Eli deja a mamá que mee tranquila. 

¡Hombres! 

¿Por qué tenía que ser tan vulgar? En fin, a pesar de eso, le quería, era un buen padre y un buen marido y no podía quejarme, me ayudaba en lo que podía en cuanto a los niños y la casa.

Conseguimos organizar un poco la ropa y cambiarnos para bajar a comer. Teníamos el hotel con todo incluido, comida, cena, desayuno. Así solo tendríamos que preocuparnos de pasar el rato. Y entre la piscina, la playa y el pueblo, podríamos pasar los días distraídos y distrayendo a los niños. Comimos y después de comer volvimos a la habitación para que los peques hicieran la siesta, y cuando salimos del salón comedor, de nuevo me pareció ver a Héctor, iba con un grupo de gente que salían de otro salón. Me quedé mirándolo, para tratar de dilucidar si realmente era él o era alguien que se parecía mucho. 

— Patri te vas a caer — dijo mi marido — ¿Qué coño miras? 

— Me ha parecido ver a alguien que conozco, pero como hace mucho tiempo que no lo veo, no sé si es o no es. 

Seguimos hasta la zona de los ascensores, yo llevaba a Alex en brazos, el pobre estaba a punto de caer dormido. 

— Bueno, ya lo averiguarás en otro momento, ahora tenemos que meter a este par en la cama. ¿Qué te parece si nos duchamos juntos mientras ellos hacen la siesta? — propuso mi marido. 

En realidad lo que quería era follar, porque con los niños, a veces, se hacía difícil, y teníamos que aprovechar cualquier circunstancia, y cuando estábamos de viaje, aprovechábamos el baño de la habitación mientras ellos dormían la siesta. 

— Bueno — le respondí. 

Debo reconocer que el sexo con mi marido no era para tirar cohetes, sobre todo últimamente, parecía que se hubiera vuelto tan monótono como el resto de nuestra vida. Lo hacíamos con suerte el fin de semana, en concreto, el sábado por la noche, de un modo más mecánico que romántico, y desde hacía unos meses, Julián se corría siempre antes de que yo pudiera siquiera sentirme excitada. Así que muchas veces, para tenerle contento simulaba mis orgasmos. Prefería eso a discutir, porque siempre que le hacía notar que yo no había logrado ni excitarme, él acababa diciendo que si lo que insinuaba es que no sabía satisfacerme, y entonces, en un tira y afloja de un sí pero no, acabamos discutiendo. Así que prefería disimular antes que discutir.

Llegados a la habitación, metimos a los niños en la cama, esperamos que estuvieran profundamente dormidos (no tardaban más de cinco minutos, gracias a Dios) y entramos en el baño. 


Después de cerrar la puerta con el pestillo incluido, Julián se lanzó sobre mí como un perro sobre su presa, acariciándome y besándome como si tratara de devorarme. 

— ¡Dios, que ganas tenía de pillarte! — murmuro en mi oído. 

Su voz me hizo estremecer mientras mis manos ya le habían desabrochado el pantalón, y las suyas, bajaban mis braguitas con urgencia, me cogió por la cintura y me sentó sobre la encimera del baño, terminó de bajarse los pantalones y los calzoncillos y sin más preámbulo me penetró. Empezó a moverse, a penetrarme con fuerza, empujando una y otra vez, sentía su polla hinchándose dentro de mí y como le conocía bien le dije: 

— Espera, espera o te correrás antes de que me dé tiempo a sentir placer, joder. 

— No puedo parar ahora, te tengo tantas ganas — murmuró

Y siguió empujando una y otra vez, hasta que finalmente y como yo había vaticinado, se corrió sin darme tiempo a sentir ni el principio de un orgasmo placentero. Obviamente, y como hacía casi siempre, simulé mi orgasmo, dejando que creyera que la experiencia había sido tan extraordinaria para mí como lo había sido para él. Qué fácil es a veces engañar a los hombres. Tras eso, Julián se metió en la ducha, mientras yo volvía a la habitación y me acostaba en la cama, a la espera que mis hijos se despertaran de su siesta. 

****

— Mami, mami — la voz de mi hija y sus palmaditas en mi mejilla me despertaron — Mami tengo pis — susurró en mi oído. 

— Voy, voy. 

Todavía era de noche, ya que todo estaba completamente oscuro. Busqué mi móvil en la mesita y encendí la linterna de este para poder orientarnos por la habitación sin molestar a Julián y al niño. Nos dirigimos al baño, donde con suficiente luz pude ver la hora en la pantalla del móvil, eran las 3 de la mañana. 

Elisa se bajó el pantalón del pijama y se sentó en el wc. 

— ¿Mamí, papá y tú os vais a divorciar? — la pregunta me pilló por sorpresa. 

— ¿Por qué dices eso, cariño?

— Porque anoche os oí gritar a ti y a Papá. 

¡Maldita sea, la niña nos había oído discutir en el baño! Había sido una discusión más, una de tantas, de las que solíamos tener cuando harta de sentirme insatisfecha después de follar, no podía evitar echarle en cara a mi marido que no sabía satisfacerme y que me dejaba con las ganas. Porque después de cenar, y de pasar la tarde en la playa, a mi marido le habían entrado ganas otra vez (se notaba cuando estaba descansado, porque le apetecía hacerlo a todas horas).  Y como siempre, la discusión había terminado con Julián quejándose porque le estaba diciendo que era un picha floja, según sus palabras, y haciéndome sentir culpable por eso.

— No, cariño. Mira, a veces los mayores nos enfadamos y discutimos, igual que haces tú cuando te peleas con Alex porque te ha quitado un juguete, pero eso no quiere decir que no le quieras, ¿verdad? Pues papá y mamá igual. 

Elisa bajó del wc, se puso de nuevo el pantalón del pijama y mientras lo hacía dijo: 

— Pues me dejas más tranquila, mami, porque casi no puedo dormir con toda la movida. 

No pude evitar reírme de su comentario, a veces parecía una vieja. 

— Qué cosas tienes cariño — nos abrazamos y volvimos a la habitación. 

Traté de volver a dormirme, sin conseguirlo, tenía calor y además la conversación con mi hija me había dejado un tanto preocupada. Y cansada de dar vueltas sin lograr volver a dormirme, decidí levantarme, me puse el vestido que había usado para ir a la playa por la tarde, las chanclas y bajé al bar del hotel, que gracias a Dios estaba abierto para los noctámbulos. No había casi nadie en el bar, solo el camarero y él. Héctor. 

Realmente era él. Estaba sentado en un taburete junto a la barra, con un vaso largo enfrente. Casi no me lo podía creer, despues de tantos años, estabamos allí los dos, frente a frente.

Héctor me miró sorprendido y cuando me acerqué hacia él, me preguntó:

— ¿Qué haces tú aquí?

— Eso me preguntó yo, ¿qué haces tú aquí? Yo estoy de vacaciones con mi familia. 

— Pues yo estoy de convención en la empresa que trabajo. 

Nos dimos un par de besos y entonces no pude evitar sentir lo que había sentido la primera vez que me besó, un calor irresistible y unas ganas inmensas de hacer el amor con él. 

 

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Si quieres saber como sigue la historia la puedes encontrar en Amazon, y leerla gratis a través de Amazon Kindle accediendo desde este enlace: 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

jueves, 23 de mayo de 2024

TODAS LAS VECES QUE HICIMOS EL AMOR. YA A LA VENTA

 

Ya está disponible y a la venta en AMAZON mi última novela corta. 




TODAS LAS VECES QUE HICIMOS EL AMOR. 

https://www.amazon.es/dp/B0D4WWSWMJ



Y estad atentos a mis redes porque va a haber promociones en los próximos días. 


martes, 21 de mayo de 2024

Soy JULIÁN DE TODAS LAS VECES QUE HICIMOS EL AMOR

 

Hola, creo que soy el último en presentarme, pero las cosas son así, yo siempre soy el último. Soy el tercero en discordia y el marido de Patri en TODAS LAS VECES QUE HICIMOS EL AMOR. 

Bueno, no sé qué puedo contaros, porque gran parte de todo esto ya os lo ha contado Patri o Héctor. Así que creo que solo puedo decir, que la quiero, que sé que no soy el marido perfecto, aunque tampoco ella es la esposa perfecta, que queréis que os diga, pero eso sí, es maravillosa, por lo menos para mí. Tenemos dos hijos preciosos por los que se desvive y que son nuestra razón para seguir. Bueno, ellos y el amor que nos tenemos, porque a pesar de todo, yo la quiero, y ella me quiere de eso no hay duda. Quizás por eso, porque la quiero, es por lo que estoy dispuesto a hacer cualquier cosa para que ella sea feliz y para salvar nuestro matrimonio. 

Y Héctor… es un gran tipo, eso sin duda y su primer novio, supongo que siempre queda algo de lo que un día sintieron el uno por el otro. No sé, solo sé que para saber que pasa tenéis que leer TODAS LAS VECES QUE HICIMOS EL AMOR, que estará a la venta en Amazon a partir del día 23 de mayo. Os espero. 

lunes, 20 de mayo de 2024

Soy Héctor de TODAS LAS VECES QUE HICIMOS EL AMOR

Hola, chicas, hoy me toca a mí presentarme, para que me conozcáis y sepáis algo más de mí, así el próximo 23 de Mayo que es cuando saldrá TODAS LAS VECES QUE HICIMOS EL AMOR, no iréis tan perdidas. 

En fin, yo soy Hector, ex de Patri, fui su primer novio hace mucho tiempo, en concreto, cuando ambos teníamos unos 16 años y hasta los 18. En ese momento, yo decidí ir a estudiar a Madrid, por lo que decidí dejarla, cuatro años separados por algo más de 600 kilómetros me parecía demasiado para poder mantener nuestra relación, así que decidí dejarla. Sé que en ese momento le hice daño, incluso para mí fue doloroso y desde entonces, no he vuelto a enamorarme, os lo confieso. He tenido amigas, alguna que otra pareja y sobre todo sumisas. Porque sí, porque a mí me gusta el BDSM y lo práctico. Patri para mí es la mujer de mi vida, lástima que esté casada, pero no por eso pierdo la esperanza de que algún día, de algún modo, sea mía. Y reencontrarnos estas vacaciones, fue lo mejor que me ha pasado desde el día en que la conocí. El único problema entre ella y yo es que está casada, y tiene dos hijos, ella dice que quiere a su marido, pero yo sé que las cosas entre ellos no van muy bien, puedo verlo en la forma en que ella se comporta conmigo y en sus ojos, lo veo en sus ojos cuando habla de él. Está sedienta y yo puedo apagar su sed. ¿Lograré que vuelva a mí?, ¿o se quedará con su marido? Descúbrelo en TODAS LAS VECES QUE HICIMOS EL AMOR, en Amazon a partir del día 23 de mayo. 
 

domingo, 19 de mayo de 2024

SOY PATRICIA DE TODAS LAS VECES QUE HICIMOS EL AMOR

 

Hola, soy Patri, y aquí mi jefa (que es quien ha escrito la novela) me ha pedido que me presente para que me conozcáis un poco mejor. 

Bueno, pues soy una mujer de 35 años, casada y con dos hijos, Alex y Elisa de 3 y 5 años respectivamente. Ellos son el motor de mi vida. Su padre, o sea mi marido, Julián es un hombre maravilloso, me casé con él por amor, porque le quería. Le conocí en la universidad, estuvo un año detrás de mí, pidiéndome salir, hasta que un día le dije que sí. Desde entonces todo fué sobre ruedas, estuvimos cuatro años saliendo, y cuando ambos tuvimos un trabajo decidimos casarnos. Desde entonces nuestro matrimonio ha sido bastante feliz, pero últimamente debo confesar que se ha instalado en la monotonía y eso nos perjudica un poco. Además, últimamente las cosas en el sexo no van demasiado bien entre él y yo. 

Y por otro lado, durante las vacaciones, apareció en mi vida mi ex, mi primer novio, Héctor. Héctor lo fue todo para mí, durante dos años, nuestra relación fue perfecta, pero un día decidió marcharse, se fué a estudiar la carrera a Madrid y debido a que sabía que ibamos a estar cuatro años separados, decidió dejarme. 


viernes, 17 de mayo de 2024

TODAS LAS VECES QUE HICIMOS EL AMOR PRESENTACIÓN

En unos días, una semana concretamente, voy a publicar mi nueva novela TODAS LAS VECES QUE HICIMOS EL AMOR. Es una novela corta y erótica. Y hoy os voy a contar algunos pormenores de la novela. 


Sinopsis:
La historia cuenta como Patri, mientras pasa las vacaciones con su familia en un hotel de la costa catalana, se encuentra con su primer novio; y entre ambos surge de nuevo toda la pasión que un día hubo entre ellos. Además, eso sucede en un momento en que su matrimonio se ha convertido en algo muy rutinario, en el que su marido no la satisface sexualmente como ella quisiera, por lo que a pesar de que lo ama, la cosa empieza a hacer aguas. ¿Podrá Patri salvar su matrimonio?, ¿o volverá con su Ex, para volver a vivir aquella primera historia de amor?


Los personajes

Los tres protagonistas de esta historia son Patri, Héctor y Julián. Julián y Patri están casados y tienen dos hijos de 3 y 5 años, una niña y un niño. Héctor es el tercero en discordia, por así decirlo, y es el ex de Patri, o sea, su primer novio, con el que tuvo una preciosa relación que tuvieron que dejar cuando sus caminos se separaron. 

PATRI


Patri, es una abnegada madre, enamorada de Julián, su marido, aunque su relación no es perfecta. Falla, sobre todo en la parte más sexual, pues él no la satisface lo suficiente.

 Patrí tiene dos hijos, que son el motor de su vida, por ellos haría cualquier cosa. Pero cuando en su vida reaparece su primer novio, Héctor, todo se tambalea. 

Patri no ha olvidado a Héctor, pero encontrárselo ahora, en sus vacaciones, no entraba en sus planes. Ahora que él está aquí, después de tantos años y después de que la dejara de esa manera, ¿qué puede hacer, si no dejarse llevar por lo que siente, por lo que él le ofrece, por reencontrarse con su amor de juventud? 



HÉCTOR


Héctor es un hombre trabajador y muy sexual, dejó a Patri para irse a estudiar pero desde entonces no ha podido olvidarla. Para él Patri es la mujer de su vida, pero Patri está casada y tiene dos hijos, y parece feliz en su matrimonio, ¿realmente lo es? 

Héctor sabe que no, que Patri esconde algo, que no todo va tan bien como debería, lo puede ver en sus ojos. Patri necesita un poco de marcha y él se la puede dar, está completamente seguro. 

Pero ¿querrá ella romper moldes con él? ¿Dejará Patri a su marido por él? ¿Conseguirá que Patri sea su sumisa, como siempre ha soñado? 



JULIÁN

Julián es el tercero en discordia, y es el marido de Patri. Él la quiere, es la mujer de su vida, juntos han creado una familia maravillosa, pero es consciente de que su matrimonio no es perfecto, igual que también es consciente de que tiene algunas carencias. 

Y su principal objetivo es tratar de solventar esas carencias ¿cómo lo hará?, ¿lo logrará? Seguro que nos sorprende a todos. 

martes, 14 de mayo de 2024

SOMOS INFIELES

SOMOS INFIELES, es mi última "novela" que en realidad no es una novela, sino una compilación de nueve relatos, todos ellos de infidelidad. Hace ya unos días que la publiqué en Amazon. Y aquí os voy a desgranar a grandes rasgos todos y cada uno de los relatos a ver si así os dan ganas de leerlo. 

1. Infiel
 Este relato es uno de los primeros que escribí en TODORELATOS.ES y tiene ya casi 20 años, ahí es nada. Trata sobre la infidelidad de una joven mujer casada que, tras sufrir un pequeño accidente con su coche, se enrolla con el conductor del otro vehículo. 

2. Blanco y Negro

Si os gustan los relatos de jefes y secretarias, este es uno de ellos, pero es que además este jefe y esta secretaria que cometen la infidelidad son amigos, es decir, son cuatro amigos que se reúnen para pasar juntos el fin de semana, y durante ese fin de semana, descubriremos como se desarrolla esa infidelidad. 

3. El más dulce tabú.

Este es otro de los relatos que escribí hace ya mucho para TODORELATOS. ES. En esta historia, nos encontramos con tres viejos amigos, que han compartido mucho, pues son amigos desde casi siempre, pero Marcos siempre ha estado enamorado de Elisa, a pesar de que ella está casada con su amigo Vicente, pero un día harto de que ella le busque novia, acaba confesándoselo y entonces...

4. Entre pelotas

5. Entre libros

6. Entre mis piernas 

7. Entre tus piernas. 

Estos cuatro relatos van encadenados, como si dijéramos. O sea, forman parte de una serie que cuenta la historia de infidelidad de una madre con su hijastro.

8. Una noche loca

Una mujer a la que su marido no le presta demasiada atención, harta decide salir una noche y le es infiel con un desconocido. 

9. Maldita crisis

A veces la crisis económicas nos obligan a hacer cosas que no deseamos, pero que sabemos que hay que hacer y eso es lo que le ocurre a Cristian, aunque tampoco es tan malo si lo que haces es hacer feliz a tu mejor amigo y a su mujer.

Bueno hasta aquí la sinopsis de todos y cada uno de los relatos, espero que os gusten. Os dejo el link para que podáis leerlo: 

https://www.amazon.es/dp/B0CZT4T5S7

DESEO OCULTO 4

— Ven a mi despacho ahora mismo — me ordenó sin preámbulos. Mi corazón se disparó, latiendo a mil por hora. ¿Le habría gustado la escena ...